Casters: El oficio de la narración deportiva llega a los videojuegos

Por Fabián Yáñez.

“Ojo que viene por aquí el primer disparo del jugador de Fedecolde… disparo a la cabeza… ¡Wow! Va cayendo el enemigo y por ahí terminan teniendo la ventaja los muchachos de los contraterroristas”, Una frase algoconfusa: una perorata que no le permite al oyente atinar si se trata de la narración de un partido de fútbol o la transmisión en directo de un asalto terrorista, al más puro estilo de las “Breaking News” de los canales norteamericanos.

En realidad, se trata de una pequeña muestra del trabajo de Cristian Díaz, un joven bogotano, el cual se gana la vida de una forma realmente peculiar: es un “Caster” de videojuegos.

El término es una abreviación de la palabra en inglés “broadcaster”, que se traduce al español como “Locutor”. Mientras lo observo, Cristian se ubica en una mesa con un portátil, una base y un micrófono frente a las pantallas de juego, en medio de una exposición de eSports en Bogotá, y su expresión se transforma en milésimas de segundo: de un silencioso muchacho a un enérgico narrador, el cual vocifera a todo pulmón lo que sus ojos atestiguan. Los asistentes se emocionan al escucharlo:

“Esta es la tercera y última partida: quedan 4 combatientes en el tablero y con un solo eliminado se definirá al equipo ganador. La emoción no me deja casi respirar, Dios”, expresa eufórico Cristian, mientras su voz retumba en todo el salón y en la transmisión vía streaming.

En el gran banquete de los deportes electrónicos, Cristian y sus compañeros narradores son la salsa picante que le da sabor a la jornada. “La intención del caster es precisamente conectar a toda esa gente que nos está viendo con toda la tensión y la emoción que están sintiendo los jugadores en ese momento”.

“Este no es un hobbie”, es lo primero que dejan claro al equipo de Inteligencia Artificial Colombia: Es un trabajo, uno serio y en el cual se necesita expresión, carisma y rapidez mental. “Tienes que tener pasión por lo que haces”, afirma.

En Colombia es posible encontrar Casters a través de Fedecolde: la Federación Colombiana de Deportes Electrónicos; una de las pocas organizaciones de eSports que organiza torneos, impulsa nuevos jugadores y les brinda una identidad. Cristian porta orgulloso una camiseta tricolor, que recuerda a las utilizadas por los deportistas olímpicos nacionales. “Fedecolde tiene un programa adicional, llamado “Escuela de Casters”, en el cual los chicos terminan trabajando toda serie de técnicas, tanto locución como análisis de los juegos; dependiendo del perfil de cada cual, se terminan orientando como analistas o narradores, que tienen una orientación más de entretenimiento”, explica Díaz.

Su enfoque desde un principio fue el de narrador, y escucharlo gritar las jugadas a todo pulmón recuerda los tiempos de los grandes comentaristas deportivos, de la radio colombiana. Los mensajes de felicitación y solicitudes de saludo se atiborran en el chat de la transmisión, llegando incluso a quitarle un poco de protagonismo al mismo juego. “Al igual que en la televisión o la radio, la idea es entretener; nosotros nos dedicamos básicamente a mantener al público conectado y explotar esa atención, para que tanto los anunciantes como los jugadores se vean beneficiados”, explica.

Al otro lado del salón o la pantalla de juego, uno esperaría encontrar a introvertidos “gamers”, solitarios en sus habitaciones viendo la partida. Sucede todo lo contrario.

Los eSports hoy en día convocan a los amigos en grupos considerables, e incluso han asimilado las viejas prácticas de sus padres. “Es como cuando un grupo de amigos se reúne a ver un partido de fútbol: la gente escoge la red de su preferencia (Facebook, Twich, YouTube, etc.) y literal se pone la camiseta de su equipo de eSports: los apoya, grita y se emociona, y con nuestra voz los vamos acompañando”.

El caster, a diferencia de lo que muchos creerían, no es el “jugador menos hábil” y por eso narra: Cristian asegura ser un gamer habilidoso, ya que es un profesional del deporte.  “En realidad uno tiene que adquirir mucha experiencia en el videojuego que está narrando, porque esa es la clave para poderle transmitir la información correcta al público conectado que no es conocedor de lo que está viendo, de una forma simple”.

Y se puede llamar profesional con toda propiedad, ya que se dedica de lleno a Fedecolde. Por cada partida, recibe un honorario, con el que paga su manutención y estudios. “Tengo contratos tanto en Colombia como en el exterior para narrar estos encuentros; pueden pagar en promedio 150 dólares por sesión, dependiendo la organización o el número de anunciantes”.

Si los casters son adecuadamente remunerados, los gamers que participan en las partidas no solo aseguran su supervivencia a través de los eSports, sino que se han convertido en verdaderas celebridades. “Hay jugadores que pueden ganar entre 800, 1.000, 3.000 dólares en una sesión; hay organizaciones que tienen bolsas de premios de 10.000, 100.000 o hasta un millón de dólares”.

¿Sol de un día? ¿Una moda pasajera? Cristian lo descarta de plano: cree que esta industria está en constante crecimiento y se considera como un pionero en Colombia de los casters de videojuegos. “La industria va a seguir creciendo: es algo que no puedes detener y los eSports llegaron para quedarse”, concluyó.