Diez años de la Ley de protección de datos

Lo más probable es que usted no dé a los datos la importancia que merecen, pero las redes sociales en que navega por Internet todos los días, sí lo hacen. Porque los datos son el nuevo petróleo, el motor que no solo financia a los grandes gigantes de internet sino también el combustible con el que se construye la Inteligencia Artificial en innumerables proyectos e industrias.

Por ello, al hablar de datos es mucho más que hablar sobre información, son los pilares en los que se basa la vida moderna y es vital que existan leyes para protegerlos. Sandra Milena Ortiz, la directora del Departamento de Derecho de las Telecomunicaciones de la Universidad Externado de Colombia, lo tiene muy claro, tanto que lideró el evento “10 años de la Ley de protección de datos ¿Qué tanto hemos avanzado, qué nos hace falta? La Ley al tablero”.

Los temas tratados nos afectan a todos, empezando por el papel de la información en las redes sociales: “el problema que tienen las redes sociales es que tú quieres la inmediatez, pero Facebook no solamente es una red de contactos, es una red de publicidad porque venden tus datos para que haya un perfilamiento” agrega Ortiz.

Y esto es apenas una muestra del uso de los datos en línea. Porque el poder de los datos es inmenso. Piense, por ejemplo, en lo que pasaría si cualquiera lograra acceder a su historia clínica o a su historial crediticio. Esta información puede dar pie a casos de discriminación laboral, matoneo, vulnerabilidad, e incluso puede convertir a sus poseedores en presas de criminales.

Situaciones como esta hacen más relevante que nunca la existencia de la Ley de Protección de Datos Personales o ley 1581 de 2012 que más exactamente “reconoce y protege el derecho que tienen todas las personas a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bases de datos o archivos que sean susceptibles de tratamiento por entidades de naturaleza pública o privada”.

Innumerables aplicaciones

La ley 1581 está inspirada en las legislación europea y aunque es la primera ley creada especialmente para proteger los datos de los ciudadanos, también es cierto que existen precedentes legales en Colombia, específicamente la ley 1266 de 2008 o Ley de hábeas data, sólo que el campo de acción de esta última apuntaba al sector financiero.

Era necesario extender la protección de datos a nuevos ámbitos, lo que motivó la intervención de la Corte Constitucional: “Ya teniendo la incidencia de la Corte, porque esto ha sido un desarrollo también jurisprudencial, obliga a que tiene que haber una Ley de protección de datos general para todos, no solamente para el sector financiero”.

Para el cumplimiento de dicha ley se establecieron dos grandes responsables: la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), para el ámbito privado, y la Procuraduría General de la Nación para las entidades públicas.  En el evento se destacó el papel de la SIC en contraste con la Procuraduría, la cual no ha generado fallos en esta materia.

Se discutieron dos grandes alternativas para solucionar este problema, ya sea creando una delegación especial dentro de la misma Procuraduría, o recurriendo a una figura externa, una “agencia” al estilo de lo que se hace en otros países. “Lo que hizo Europa con todo su proceso de reforma fue la creación de estas autoridades independientes en materia de protección de datos. Entonces, lo que se ha hecho es que, aunque la designa el Presidente, tiene un marco más autónomo para la toma de decisiones” explica Ortiz.

La inteligencia artificial y los datos

La calidad de los datos es otro de los términos repetidos con frecuencia en el evento, ya que estos datos determinan el alcance y potencial de los algoritmos de Inteligencia Artificial. Porque los autores de estos algoritmos también tienen una responsabilidad que deben cumplir con el Estado. “Por eso es tan relevante que tu proyecto de Inteligencia Artificial esté acorde a la legislación en materia de protección de datos y hay una responsabilidad previa en el diseño del instrumento” recuerda Sandra Ortiz.

El tema de los datos es mucho más complicado de lo que parece. Para empezar, la regulación, en todo el mundo, llegó tarde; siendo precedida por acuerdos celebrados entre los usuarios y las empresas privadas. Y el sector privado se hizo de más datos que los mismos gobiernos. Piense, por ejemplo, en Facebook, que maneja más de 3.000 millones de usuarios. Además, existen diferentes legislaciones entre los países, y para complicar más las cosas, los datos que se recogen en un país generalmente se almacenan en otro.

Circunstancias como estas hacen que sea más relevante el establecimiento de protecciones de datos de los usuarios, al buen nombre, a la intimidad, y a muchas variantes que se generan alrededor de la información y aunque es cierta que la ley 1581 no es perfecta, es un buen punto de para ir mejorando al ritmo de los cambios que nos impone la tecnología y sus usuarios.