Smart Agro Movistar es el nombre de la línea de negocio de Movistar Empresas, la cual incluye una serie de herramientas de Inteligencia Artificial e internet de las cosas para los pequeños y grandes productores agrícolas, gremios, entidades públicas y organizaciones no gubernamentales de Colombia que trabajan en el sector rural.
El objetivo es que cada agricultor que adquiera el servicio disponga de datos precisos y verificables, que le permitan aumentar su productividad y eficiencia, disminuyendo los riesgos inherentes al cambio climático. Aunque novedosa, la idea de un agro 4.0 con IA lleva desarrollándose en las oficinas de Movistar Empresas desde 2017, cuando enfocaron su mirada hacia el sector rural. El diagnóstico que sustentó al proyecto identificó el atraso tecnológico del agro colombiano, donde la evaluación de factores de riesgo para los cultivos sigue siendo muy tradicional (por no decir arcaico) y todavía apoyada en el instinto, corazonadas o saberes ancestrales. “La tradición nunca será negativa, pero los productores necesitan tomar decisiones basados en información confiable”, enfatizó Andrea Pineda, profesional de desarrollo de negocio digital de Movistar Empresas.
Andrea describe tres etapas del “paquete” tecniológico: “La primera se denomina IoT o Internet de las cosas, que se refiere a la captura de información en terreno; la segunda es el análisis de estos datos a través del “Big Data” y, finalmente, aplicamos la Inteligencia Artificial para trazar las múltiples variables que permitan hacer al cultivo más eficiente y productivo, a través de recomendaciones al usuario final para que las implemente”.
Luego de un año de trabajo arduo, en 2018 lanzaron una prueba piloto en Boyacá. Allí, trabajaron de la mano con la Asociación de Productores Agropecuarios de San José del Gacal, gremio local de cultivadores de papa. “En alianza con la FAO (Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura), capacitamos en principio a los miembros de la asociación. Encontramos mucho interés en ellos por aprender y aplicar las nuevas tecnologías”, comentó Pineda. Luego instalaron una infraestructura, compuesta por múltiples equipos y redes, cubriendo un total de 94 hectáreas. Los sensores de última generación utilizados fueron ubicados por todo el terreno, realizando mediciones en tiempo real de diversos factores como la temperatura ambiente y la humedad de la tierra, la radiación y el viento. Los datos recabados fueron transmitidos a la nube de la compañía, a través de equipos de conectividad móvil de Movistar. Posteriormente, un software de Inteligencia Artificial llamado Smart Agro (como el proyecto mismo) recibió la información, la procesó y la convirtió en gráficas estadísticas, con recomendaciones para los productores, las cuales fueron finalmente socializadas a través del equipo de agrónomos. “Todo el proceso tomó 6 meses”, añadió.
Los resultados fueron más que positivos. La producción se incrementó 50 por ciento (de 800 bultos de papa se pasó a 1.200 bultos); los ingresos se multiplicaron por tres y la rentabilidad del negocio creció dos veces y medio.
Tras esta experiencia, lograron replicar con éxito el proceso en otros departamentos, como Santander y Nariño. Productores de papa, café, tomate, frutales y hortalizas se han visto beneficiados con este avance. Hay más casos de éxitos. En la finca Los Arrayanes, cerca de Bucaramanga, los productores de tomates registraron ahorros de agua del 45 por ciento y reducción de costos de producción del 17 por ciento. “Nos hemos enfocado en hacerles ver que la tecnología actúa en su beneficio y puede ayudarles. Para lograrlo, la alianza con la FAO fue crucial, pues poseen las herramientas metodológicas para acercarse a las comunidades, lo que facilitó nuestro trabajo”, complementó la ejecutiva.
Sostenibilidad: el objetivo final
Aunque la rentabilidad es un factor importante – como en cualquier negocio – Movistar Empresas ha enfatizado en que “Smart Agro” hace parte de su aporte a la transformación digital del campo colombiano y el uso inteligente de los recursos naturales. Según Andrea, Aproximadamente el 70 por ciento del insumo que se necesita para un cultivo cualquiera en el campo es agua, y el 30 por ciento mano de obra y agroquímicos. “Nos preocupa el uso y el abuso de los recursos hídricos en el agro colombiano, y por eso queremos aportar nuestro granito de arena para cambiar este panorama”.