En los últimos 30 años, los países industrializados (Japón, Corea, Estados Unidos y China) han generado más del 69% de los gases de efecto invernadero del planeta. Pese a que países como Colombia no generan efectos en la producción, sí se tiene una gran responsabilidad en lo que respecta al consumo y el posconsumo.
Tal es el caso de las pilas y acumuladores presentes en controles, relojes, radios, linternas, celulares, computadores portátiles, entre otros equipos, y que muchas veces son arrojados a la basura sin hacer un apropiado cierre de su ciclo de vida. Según Alberto Ladino, Director Ejecutivo de la Corporación Pilas con el ambiente, la correcta disposición de las pilas y baterías le devuelve vida al planeta: “Todos estos dispositivos son fabricados con zinc, manganeso, potasio, carbón, metal (pilas), Litio, cobalto, cobre, acero, plástico, metales (baterías) entre otros materiales. Todos ellos provenientes de recursos naturales no renovables, y que al depositarlos en la basura convencional perdemos la oportunidad de recuperar para que regresen como materia prima de otros procesos industriales, es por eso que, al hacerlo bien, las pilas dan vida”,
Por ello, la educación ambiental ha sido la herramienta clave desde la creación de la Corporación Pilas con el Ambiente en el año 2012, con el objetivo de cambiar los malos hábitos de los consumidores con la disposición final de los residuos. De esta forma, Pilas con el Ambiente ha recolectado y gestionado más de 2.780 Toneladas de residuos entre baterías alcalinas, Zinc, carbón y recargables; pilas domésticas (AA, AAA, C, D, 9V, 6V, pilas de botón, baterías de celular y de computadores portátiles). Cabe destacar que entre los 30 sistemas aprobados por la ANLA se han recolectado 3.472 toneladas, lo que quiere decir que Pilas con el Ambiente ha aportado cerca de 80 por ciento de la gestión.