La IA también puede entregar beneficios de forma indirecta. Es el caso de Anguila, una isla de 20.000 habitantes en las Antillas Menores del Caribe que se llama así por la forma alargada de su territorio. Su superficie es de 91 km2 y es tan plana que su punto más alto es el Crocus Hill, con 65 metros sobre el nivel del mar. Compuesta de coral y piedra caliza, y ubicada a más de 200 km de Puerto Rico, pasaría desapercibida si no fuera por su relación con esta nueva tecnología y sus consecuencias. En la foto que acompañana este artículo, la playa de Meads Bay, en Anguila.
Pero ¿qué tiene que ver esta isla con la inteligencia artificial y su masificación y auge? Desde que empezó esta carrera tecnológica a finales de 2023, las empresas, emprendimientos o startups que querían recurrir al dominio .ai se dispararon, lo que solo significó buenas noticias para el territorio de ultramar.
Según informa Le Figaro, cada registro con el dominio .ai significa una ganancia de alrededor de 140 dólares ($120000). Sitios web como stability.ai, inflection.ai o X.ai (de Elon Musk) utilizan este subdominio y, como es obvio, se ha generado una ola debido a este influjo, a pesar de que el dominio lo posee hace ya más de 30 años. La isla es quien lo gestiona desde los años 90, cuando Internet empezó a democratizarse y se extendió a toda la población mundial, tal cual lo hace Chile con la propiedad de .cl o España, por ejemplo, con .es.
Lo anterior significa un beneficio de 30 millones de dólares a las arcas fiscales de Anguila este 2023, una cifra significativamente alta con respecto al 2022, que fueron 7 millones, de acuerdo a las informaciones del medio galo. De esta forma, cada registro de un nuevo dominio —algo que se está haciendo y seguirá haciéndose—, con una renovación de dos años, tiene aparejados los mencionados 140 dólares.
El regalo perfecto
Grandes compañías e incluso las propias big tech que dominan el sector tecnológico, como Facebook, Microsoft o Google, cuentan con sitios web cuya terminación es .ai. Sin embargo, como cualquier dominio, .ai puede variar en su precio como lo hacen los .com. Los registradores de dominio como GoDaddy o NameCheap pagan al país por él y, si sube de precio, Anguila sale favorecida. Es un negocio inesperado que varios medios informativos ya empiezan a calificar como un regalo perfecto dadas las circunstancias de esta revolución de Internet.
Uno de los encargados de la gestión del dominio, Vince Cate, afincado en Anguila desde 1994, fue entrevistado por Bloomberg y explicó que efectivamente las inscripciones se han multiplicado a partir de la ingente cantidad de proyectos con la inteligencia artificial como centro de sus operaciones. “Desde el 30 de noviembre, las cosas son muy diferentes aquí”, declaró.
La fecha no es casualidad; es exactamente la época en que Chat GPT de Open AI empezó a hacerse conocido y a ser utilizado por usuarios a lo largo de todo el orbe.