En un mundo que se encuentra inmerso en la era de la inteligencia artificial (IA), la conversación en torno a los modelos generativos de IA (GenAI) como ChatGPT ha sido intensa. Se han planteado cuestionamientos sobre su potencial para revolucionar la vida cotidiana, pero también se han suscitado preocupaciones sobre sus posibles impactos negativos. En el ámbito empresarial, la GenAI promete transformar la forma en que se realizan diversas tareas, pero no está exenta de desafíos.
«La evolución de la GenAI está ocurriendo rápidamente, y aquellas empresas que no se adapten a tiempo quedarán rezagadas. Sería ideal que las organizaciones abrazaran esta avanzada tecnología en lugar de rechazarla. No obstante, esto no implica que una única solución sea adecuada para todas cuando se trata de modelos de GenAI», sostiene Rafael Castillo, gerente de Infor en Colombia.
La IA Generativa, que implica la generación de contenido original como textos e imágenes a partir de datos existentes, está en constante evolución y promete cambios significativos en diversas industrias. Esto incluye la capacidad de redactar correos electrónicos, informes, documentación de productos y contenidos web, así como realizar comparaciones de productos y proveedores, entre otras tareas que antes eran exclusivas de los seres humanos.
Uno de los ejemplos notables es Cari, un chatbot que puede comprender los modismos y dialectos colombianos gracias a su entrenamiento con datos en texto y audio. Sin embargo, a medida que estas tecnologías avanzan, surgen desafíos críticos que deben abordarse:
1. Fiabilidad: Aunque el contenido generado por GenAI parece original, en realidad está basado en patrones extraídos de datos de entrenamiento. Esto puede dar lugar a información falsa y a respuestas diferentes ante la misma pregunta.
2. Privacidad: Los datos compartidos por los usuarios se utilizan para entrenar modelos de GenAI. Esto puede resultar en la divulgación involuntaria de secretos comerciales o información personal, lo que podría violar las regulaciones de privacidad.
3. Parcialidad: La IA puede generar contenido sesgado o manipulado, lo que podría influir en las opiniones de las personas de manera convincente. Además, existe el riesgo de crear noticias falsas y contenido audiovisual manipulado.
Para abordar estos desafíos, es esencial implementar filtros de moderación adecuados y adoptar un enfoque «humano en el medio». Esto significa que todo el contenido generado por GenAI debe ser supervisado y validado por personas reales antes de ser utilizado de manera regular. Además, es crucial cumplir con las políticas locales de IA y seguir los protocolos establecidos por los gobiernos.
«Las empresas deben formular su propio enfoque para aplicar GenAI en sus operaciones y adoptar las mejores prácticas propuestas por los proveedores de GenAI», enfatiza Castillo.
La GenAI se encuentra en una fase de rápida evolución y su impacto será significativo en los próximos años. Se espera una mayor inversión en tecnología y hardware, lo que llevará a una mayor personalización de la experiencia de búsqueda en Internet y a la creación de herramientas más inteligentes para detectar contenido generado por la IA.
En resumen, la GenAI, representada por modelos como ChatGPT, ofrece soluciones disruptivas que pueden impulsar la productividad y la eficiencia en muchas industrias. Sin embargo, es fundamental que las empresas sean conscientes de los desafíos y riesgos asociados, y que adopten un enfoque responsable para su implementación. La colaboración entre empresas, gobiernos y expertos en IA será esencial para garantizar un futuro en el que la tecnología y la habilidad humana converjan de manera beneficiosa.