Creadores de ChatGPT advierten que la IA podría conducir a la extinción de la humanidad

Un breve y dramático mensaje firmado por los mismo desarrolladores de las plataformas de IA generativa más populares del momento fue publicado ayer: «Mitigar el riesgo de extinción a manos de la IA debería ser una prioridad mundial, junto con otros peligros a escala social, como las pandemias y la guerra nuclear«, expresaron los firmantes, entre quienes figuran Sam Altman, CEO de OpenAI, la compañía propietaria y desarrolladora de ChatGPT, así como otros altos directivos de esta compañía y por Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, la empresa a cargo de los desarrollos de Inteligencia Artificial de Alphabet, la casa matriz de Google, entre otros líderes de la industria.

La comunicación fue publicada por el Centro para la seguridad de la IA, una institución privada con sede en California y causó revuelo internacional, dada la popularidad que tienen por estos días los servicios de creación de contenidos basados en la llamada Inteligencia Artificial generativa, tales como Midjourney, Dall-E, Bard y ChatGPT.

El Centro por la seguridad de la Inteligencia Artificial indicó que el propósito del escueto mensaje , firmado esta vez por más de 350 líderes de la industria, es abrir el debate. «Los expertos en IA, los periodistas, los legisladores y el público están discutiendo cada vez más un amplio espectro de riesgos importantes y urgentes de la IA. Aun así, puede ser difícil expresar inquietudes sobre algunos de los riesgos más graves de la IA avanzada. La siguiente declaración sucinta tiene como objetivo superar este obstáculo y abrir la discusión. También está destinado a crear un conocimiento común del creciente número de expertos y figuras públicas que también toman en serio algunos de los riesgos más graves de la IA avanzada«, se lee en la web oficial de la institución.

Altman, CEO de OpenAI, y Sundar Pichai, CEO de Google, (Alphabet) han solicitado recientemente al Congreso norteamericano el establecimiento de regulaciones sobre la Inteligencia Artificial que sus propias compañías desarrollan. Se trata de una actitud inédita en la industria tecnológica, que históricamente ha sido reticente a ser regulada. La anterior ola de productos creados por las «big tech», especialmente las redes sociales y los motores de búsqueda, ya había generado controversias regulatorias y la posición unánime de la industria fue rechazar cualquier tipo de ley que pudiera intervenir o controlar sus desarrollos. El cambio de postura ha llamado la atención y encendió las alarmas. El pasado 16 de mayo Altman compareció ante una comisión del Senado de los Estados Unidos y pidió de viva voz establecer regulaciones estrictas ante de que sea demasiado tarde, según expresó. Su frase «esta tecnología puede causar un daño significativo al mundo. Si algo va mal, puede acabar muy, muy mal«, fue titular en la prensa mundial.

A finales de marzo pasado más de1.000 expertos firmaron un documento en el que proponen suspender durante al menos seis meses el desarrollo de los proyectos de Inteligencia Artificial advirtiendo de posibles peligros de alcance global si no se regulan estos desarrollos.