Nadie puede salvar al planeta solo. En medio de procesos de deforestación, cambio climático, pesca y minería ilegales, cultivos ilícitos y pobreza, hace falta un esfuerzo global que involucre a toda la sociedad para hacerlo, y la iniciativa de Naciones Unidas conocida coloquialmente como 30×30, que monitorea con satélites la biodiversidad del planeta, es una de las más importantes cruzadas en esa dirección,
“Se trata de un esfuerzo para preservar al menos el 30 por ciento de los hábitats terrestres y marítimos antes del año 2030”, explica Vanessa Guzmán, gerente de sostenibilidad y desarrollo social de la firma de Sistemas de Información Geográfica, Esri. La misma que, en Colombia, se hace responsable por centralizar la información de las iniciativas ambientales en un portal de internet para hacerlo visible para todos. Esri es también el proveedor de la tecnología de nuestro exclusivo mapa de la Inteligencia Artificial en Colombia.
En el portal 30×30 no solo está disponible la información de Colombia, sino también está la de Ecuador y Panamá, permitiendo a todas las personas, organizaciones y empresas, acceder a múltiples indicadores, desde las zonas protegidas, las amenazas y los mapas de calor, entre otras variables ambientales de la región.
“Nos enfocamos en trabajar con un software para entender dónde están ubicados los datos, relacionarlos geográficamente y empezar a analizar información, generando una plataforma para que las diferentes organizaciones, que están enfocadas en temas ambientales y sociales, puedan participar en esta comunidad”, agrega Guzmán.
¿Y cómo está Colombia en el 30×30?
Una de las grandes bondades del portal 30×30, disponible en la dirección electrónica https://30×30-sostenibilidad.hub.arcgis.com/, es la multitud de fuentes disponibles que incluyen tanto datos de instituciones gubernamentales como estadísticas de diferentes organizaciones. Ambas versiones están disponibles para la consulta.
Colombia ya cumplió con el 30×30 protegiendo el 31 por ciento de zonas terrestres y el 37,6 por ciento de áreas marítimas. Sin embargo, existen otras opiniones que registran apenas un 16.9 por ciento de zonas terrestres protegidas y un 32.9 por ciento de zonas marítimas. De los datos disponibles para consulta de Colombia, Panamá y Ecuador, este último país es el que registra los menores avances (sin incluir las Islas Galápagos). Mientras, Panamá se destaca como el país más cercano a las metas 30×30.
Es importante resaltar la importancia de incluir datos de las organizaciones privadas y no gubernamentales, puesto que las fuentes privadas constituyen uno de los mayores aportantes de información sobre conservación a nivel mundial. Gracias a estos esfuerzos fue posible agregar la información de aliados de otros sectores, que incluyen nombres como la Andi, el Centro Nacional del Agua, Parques Nacionales Naturales y el Instituto Alexander von Humboldt, entre otros.
Otras estadísticas importantes, disponibles en el portal, son de tipo global, incluyendo fenómenos como las sequías, la calidad del aire, cifras sobre dióxido de carbono, etc.
Inteligencia artificial y comunidad
Dada la extensión geográfica y lejanía de centros urbanos, vigilar zonas como el Amazonas es un reto logístico. La respuesta a este problema la brindan los satélites y la Inteligencia Artificial. “Gracias a la Inteligencia Artificial ya podemos saber cuándo y dónde están ocurriendo procesos de deforestación, mediante el análisis de imágenes satelitales” explica Guzmán. De igual forma, esta tecnología está siendo usada para detectar casos de minería ilegal, que también atentan contra los ecosistemas.
Actualmente, varias organizaciones ambientalistas trabajan en el desarrollo de scripts y soluciones informáticas para la detección de amenazas contra el medio ambiente, las cuales incluso van más allá de las zonas protegidas. Porque también, en las ciudades, la IA contribuye en los esfuerzos por conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), al reducir el consumo de combustible y la polución y mejorar los sistemas de movilidad.
Tal vez lo más importante de la iniciativa liderada por Esri Colombia es la creación de un punto de encuentro para la comunidad, en donde diferentes actores pueden escribir y entrar en contacto, aportando información sobre el estado de sus regiones, consultando estudios y recursos gráficos, y generando material para enseñar a los jóvenes, porque el futuro del planeta lo demanda.