Tato Sanin, Cesar Augusto Londoño o el mismísimo Hernán Peláez podrían vérselas dentro de pocos años con una serie de algoritmos que serían capaces de comentar jugadas deportivas en directo. La IA mezclada con la robótica parece tener el potencial de reemplazar a los periodistas humanos. ¿Ficción?
El periodista Steven Arce, experto deportivo de Caracol Radio, suele complemnetar sus opiniones sobre fútbol con datos que provienen de sistemas predictivos de IA. “Las métricas van primero; el análisis lo hace uno mismo, pues una cosa parte de la otra”, asegura. Los comunicadores millenials, como Steven, consideran que para controvertir o apoyar la visión que se tiene de una jugada o de un equipo de fútbol, es necesario apalancarse sobre datos certeros, fiables y al instante. “Las estadísticas a veces parecen un poco frías, distantes, pero se transforman gracias al contexto que le brinda el periodista, el ser humano; por eso la data y la opinión se complementan”.
Y es justamente la naturaleza emocionante y volátil que tiene el fútbol la que se ve beneficiada con la información precisa que la IA provee, pues genera debates enriquecidos y con peso para la audiencia. “Si yo digo al aire que el medio campo recuperador de X equipo es eficiente, y usted viene y me saca las estadísticas y me dice que no es verdad, porque al jugador lo superan en 8 de cada 10 duelos, esa fiabilidad le pone un ingrediente adicional, interesante, a cualquier tipo de discusión”, opina Arce.
Antes que sentirse amenazado como profesional por el avance vertiginoso de estas nuevas tecnologías, Steven Arce se siente respaldado por el trabajo del algoritmo; los datos que aporta en el momento de la transmisión elevan su voz a la par de grandes conocedores del fútbol. Aún así, no cree que el sistema sea “perfecto”, pues no alcanza a analizar de forma digital los miles de variables humanas que afectan al juego mismo y lo que lo rodea. “Yo complemento la data con las entrevistas al director técnico, los jugadores, la repetición de las jugadas, etc., pues el análisis juicioso solo puede salir de la interpretación de todo lo que vemos en juego: no se trata solo de estadística sino de técnica y pasión”, concluyó.
Los primeros avances en este campo se dieron en India en 2015. Los ingenieros de IIIT Hyderabads crearon un sistema informático que ofrecía comentarios textuales en los partidos de críquet (deporte muy popular en ese país) con un acierto del 90 por ciento a la hora de retransmitir las jugadas. Esto fue posible gracias al aprendizaje automático o “machine learning”, haciendo que el algoritmo procesara horas y horas de juego.
Posteriormente, en 2020, el mundo conoció a “Leo”, una IA capaz de escribir en milésimas de segundo la crónica de un partido de fútbol, partiendo exclusivamente de los datos estructurados del encuentro, pero aportando el valor a la información que le daría un periodista humano.
También, a finales de ese mismo año, llegó el primer periodista deportivo virtual del mundo, de la mano de la agencia Reuters. Synthesia, una compañía de medios sintéticos centrada en el desarrollo y aplicación de IA, combinó las imágenes de vídeo de un presentador humano con patrones de aprendizaje algorítmicos.
El “presentador” es capaz de realizar el resumen de un encuentro deportivo utilizando las fotografías y reportes producidos por la propia Reuters, pero combinados sin ningún tipo de escritura, edición o producción humana. Este sistema funciona a partir de un mecanismo de autoselección de información en tiempo real realizado por un algoritmo de IA.
¿Significa el fin de los comentaristas y periodistas deportivos humanos? Difícilmente. En realidad, los datos provenientes de modelos predictivos están siendo usados para alimentar las discusiones y análisis de los comunicadores en todo el mundo, especialmente en PRISA Media.
Las ligas de Inglaterra (Premier League) y de España implementaron complejos modelos de IA para analizar y recopilar toda clase de información útil de sus jugadores y de los partidos en los que participan. Así mismo, las cadenas televisivas, radiales y web están enfilando sus baterías para hacer parte de esta revolución en el deporte. Transformación si, sustitución no.