La compañía norteamericana Sonos es propietaria de una tecnología que analiza la acústica específica de cualquier recinto y optimiza la ecualización del parlante. De este modo, Sonos logra la mejor propagación posible del sonido en cada habitación según el mobiliario presente. Los algoritmos se encargan de la magia. En la actualidad, una gama amplia de productos utiliza los desarrollos de Inteligencia Artificial para mejorar la experiencia sonora. Estos parlantes constituyen un buen ejemplo.
Sonos es el inventor del ecosistema de audio multi habitación en casa. Nacida como startup típica en Silicon Valley en 2002, la compañía californiana es considerada un fabricante nativo digital, por lo que sus parlantes se integran con las plataformas de reconocimiento de lenguaje natural como Alexa de Amazon, Siri de Apple y Google, además de un asistente de voz propio de la marca. Las mejoras en la calidad de la reproducción de sonido en el Era 100, una de sus últimas novedades, son notables. El diseño cilíndrico permite un espacio sonoro amplio, de 260 grados de cobertura. Los críticos han destacado el balance entre frecuencias graves, medias y altas, la profundidad y claridad del sonido, asi como las variadas alternativas de conectividad que el dispositivo incluye, entre ellas WiFi, Bluetooht, AirPlay 2 y cable USB-C.
La función más destacada en cuanto a la Inteligencia Artificial se llama Trueplay, un sistema de auto ecualización del parlante, que se adapta a las condiciones acústicas específicas del espacio en donde ha sido colocado. Si hay bibliotecas en las paredes, o una columna en medio de la sala, muchas sillas o una cama grande en la habitación, el parlante lo sabrá y ajustará la propagación del sonido atendiendo a las particularidades.
El ajuste es rápido y automático, así que no es complicado pedirlo mediante la app de Sonos, cada vez que movamos el parlante a una nueva habitación. La compañía ofrece dos modalidades: la opción de ajuste avanzado, disponible en los iPhone, que implica que el usuario debe moverse dentro de la habitación apuntando el teléfono hacia el parlante. Y la opción rápida (suficiente en la mayoría de los casos) y disponible tanto en los iPhone como en los smartphones con sistema operativo Android, que, de manera autónoma, realiza la calibración sin requerir movimientos del usuario. Se escucharán unos cuantos pitidos provenientes del parlante y en menos de dos minutos la ecualización estará lista.
La propagación del sonido es un viejo problema de la ingeniería acústica. La transmisión de las ondas se ve afectada por diferentes factores: los materiales contra los que chocan, que pueden absorberlas o mostrar un comportamiento elástico; la absorción y la reflexión, así como la temperatura (el sonido se propaga más rápidamente en el aire caliente que en el aire frío) entre otros. Tradicionalmente, en los dispositivos de audio de uso doméstico estos factores solían ser ignorados por los fabricantes, para facilitar su utilización y disfrute. Pero la Inteligencia Artificial ha llegado para mejorar el desempeño de los parlantes considerando tales factores. O al menos, algunos de ellos. Se encuentran en el mercado barras de sonido, sistema de teatro en casa y parlantes inteligentes provistos con estas capacidades de auto calibración, interacción mediante comandos de voz y reproducción de audio tridimensional.
Hay bastante ingeniería en el diseño de un parlante de buena calidad. Desde su peso, que debe ser suficiente para que no se produzcan vibraciones que afecten la experiencia de reproducción, hasta la disposición de sus altavoces internos. En el ejemplo del Era 100, la parlante pesa algo más de 2 kilogramos, que lo asientan con fuerza sobre cualquier superficie. Y los altavoces interiores (que el usuario no puede ver) están dispuestos con separación de cien grados entre sí. Cada uno de ellos abarca 180 grados y entre los dos consiguen una cobertura sonora de 260 grados, bastante amplia.
La inteligencia en los parlantes es una obsesión de la industria, que ha buscado convertir los dispositivos de audio doméstico en componentes principales de un ecosistema de Internet de las Cosas. Los parlantes Echo de Amazon, dotados de la plataforma Alexa, permiten controlar otros dispositivos inteligentes en el hogar. Lo mismo puede hacer con los Nest Home de Google y los HomePod de Apple. Las capacidades conversacionales de estos dispositivos constituyen otro campo de aplicación de IA, del que hablaremos próximamente.