Inteligencia Artificial, el más temible rival de los jugadores humanos

Un personaje no jugable o NPC es una caracterización dentro del videojuego, controlado por el software de la consola, el móvil o la PC, cuyo objetivo es actuar como el antagonista del Player Character, o personaje jugador: el que escogemos para participar en el juego.

Su origen se encuentra en los juegos de rol de mesa desarrollados a finales de los años 70, con títulos legendarios como Dungeons & Dragons, donde el maestro del calabozo (la persona que dirigía la partida) describía las características de los personajes, sus atuendos y simulaba su voz. Estos existían para ayudar o enfrentarse a los jugadores, agregando dificultad a sus misiones.

Pero no fue sino hasta la llegada de las consolas, que los NPC comenzarían a existir de una forma más “autónoma”: figuras básicas geométricas que se movían como obstáculos hacia el personaje principal (Atari) dieron paso a formas más complejas en tamaño y movimientos, como las recordadas tortugas, aves, hongos o balas de cañón con rostro enojado de Súper Mario Bros (Nintendo).

La interacción con los NPC se hizo más interesante con el desarrollo de consolas de juego de mayor complejidad, como en su momento fueron la Nintendo 64 y la Play Station, entre otras. Los personajes no jugables abandonaron los movimientos repetitivos y lineales para avanzar hacia el diseño 3D, donde empezaron a asumir roles nuevos: enemigos, aliados, guías, consejeros, esfinges con enigmas o transeúntes en peligro; el toque de realismo que acercó a los jugadores a mundos cada vez más fascinantes.

La evolución definitiva de estos personajes llegó a mediados del siglo XXI, de la mano de la Inteligencia Artificial: compañías de videojuegos como Ubisoft (Francia) o Electronic Arts (USA), han creado sus propios equipos de investigación de IA para codificar NPC que anticipen y se ajusten al comportamiento del jugador, en un intento por hacer que los NPC sean más realistas y menos “máquinas”.

En particular, la IA utiliza el aprendizaje por refuerzo para enseñarse a sí misma cómo actuar en función de la prueba y el error. El modelado es otro método que enseña a la IA a ser más intuitiva al observar las tácticas y estrategias de los jugadores a lo largo del juego y ajustar el comportamiento de los NPC para imitar o burlar las estrategias que se les presentan. Desde el diseño hasta el movimiento y el idioma, los NPC se están creando para ser más que personajes secundarios: se busca que sean formas de vida digitales, que puedan hacer al juego impredecible.

Llegando al año 2020, encontramos ejemplos de NPC completamente desarrollados, como es el caso del juego de mundo abierto “Watch Dogs Legion”, que utilizó un sistema de censo para poblar su versión distópica de Londres con NPC que los jugadores pudiesen reclutar para cumplir sus propias misiones. Estos personajes fueron dotados con habilidades, biografías y hábitos completamente desarrollados.

Además de dotar a los NPC con historias de fondo, los desarrolladores de juegos también buscaron que los movimientos fueran más naturales, particularmente en los juegos deportivos. Hoy en día, el último juego de fútbol electrónico, ​​FIFA 22, su casa desarrolladora EA usó una tecnología llamada “HyperMotion”, que capturó el movimiento de los jugadores de fútbol reales, los cuales usaron que trajes de captura de movimiento. Luego, los datos se introdujeron en un software que creó más de 4,000 animaciones que retan al cerebro humano, tratando de distinguir a los personajes programados de los jugadores reales.

Otra área en la que se utiliza la IA es en el procesamiento del lenguaje natural (NLP) para los personajes no jugables. En particular, GTP-3, el modelo de PNL desarrollado por la empresa OpenAI (propiedad de Elon Musk) parece ser el más prometedor, ya que puede escribir artículos de revistas y periódicos con solo leer una gran cantidad de textos.

Los desarrolladores de juegos esperan que, en la próxima década, los NPC puedan adaptar sus conversaciones a cualquier situación dada, puedan explorar los mundos casi interminables de los nuevos títulos y puedan interactuar en multiplataformas, convirtiéndose en verdaderos “acompañantes” digitales.