Pocos colombianos podríamos explicar acertadamente qué son los “Sensores Acústicos Pasivos”. Mucho menos imaginaríamos que estos dispositivos tecnológicos ahora son la clave para salvar los bosques y las selvas del mundo. “Básicamente, son micrófonos inalámbricos que funcionan de forma autónoma gracias a la Inteligencia Artificial. Son tan pequeños como monedas, los cuales instalamos en los árboles, sin afectar la corteza. Estos dispositivos van grabando durante días, meses o años y la información que recopilan es analizada por el instituto para detectar amenazas y medir el impacto del cambio climático en el ecosistema”, explicó Hoover Pantoja, curador de la colección de sonidos e investigador del instituto Alexander Von Humboldt.
Este tipo de software de monitoreo y conservación es implementado en Colombia desde hace poco tiempo, gracias a una alianza entre el Instituto Humboldt, la ONG internacional Rainforest Connection y Huawei Cloud. Este desarrollo tecnológico es conocido como “Bioacústuca”, y sus micrófonos han llegado hasta zonas en peligro de deforestación en todo el mundo para escuchar lo que sucede en estos entornos naturales, detectando actividades ilegales como la ganadería extensiva y la caza de animales, y así – a través de algoritmos – alertar a las autoridades forestales.
“Una de las mejores formas de entender como podemos salvar a los bosques y a las especies que habitan en el planeta es escuchar; nuestro sistema de “Machine Learning” nos permite prevenir en tiempo real cualquier tipo de actividad ilegal que ponga en peligro a los animales”, explicóBourhan Yassin, CEO de Rainforest Connection, en medio de la segunda cumbre de Inteligencia Artificial Colombia: Sostenibilidad y Cambio Climático.
El asunto es de tal importancia que universidades como la Nacional o la del Tolima, entidades públicas e incluso grupos conservacionistas han conformado la Red Ecoacústica Colombiana”, organización que celebrará próximamente el primer congreso colombiano de bioacústica y ecoacústica.
La Inteligencia Artificial que robustece esta iniciativa es conocida como “ModelArts” un servicio desarrollado por Huawei Cloud, el cual recopila los datos enviados por miles de micrófonos desde territorios como Chiribiquete y Tinigua, en la sierra de La Macarena (Meta) y luego los analiza gracias a su sistema de “Machine Learning”.
“Gracias a la tecnología satelital, podemos crear mapas de deforestación en tiempo real, mapas de coberturas y usos de la tierra, así como la conectividad del paisaje de la selva y de la cuenca amazónica”, añadió Paulo Murillo Sandoval, investigador de la Universidad del Tolima.
Según datos revelados en la cumbre, alrededor de 1 millón de especies de plantas y animales silvestres en el mundo se enfrentan a una posible extinción por la deforestación. En el caso de Colombia, se calcula que a diario se pierden 600 hectáreas de bosque por este flagelo, y más del 40 por ciento de la deforestación está relacionada con actividades ilícitas como la ganadería extensiva o la caza furtiva.