Qualcomm aprieta el acelerador de la IA en los chips

Lo primero que pasa por la cabeza cuando se menciona Qualcomm son teléfonos. Sin embargo, esta marca llega a muchos otros mercados, que van desde la robótica hasta la seguridad. En cierto sentido, Qualcomm es víctima de su propio éxito.  Desde su creación en 1985, esta empresa estadounidense ha tenido un camino tan fructífero en el segmento móvil que sus procesadores son sinónimos de teléfonos inteligentes. Una tendencia que continúa hasta fecha como lo demuestra sus últimos reportes financieros, -específicamente el correspondiente al tercer trimestre de 2021-, en el que se reportan ganancias cercanas a los 11 mil millones de dólares.

Pero este gigante se encuentra actualmente en etapa de diversificación, especialmente desde la llegada en 2021 del brasileño Cristiano Amon a la dirección, quién busca replicar el éxito obtenido en el mercado móvil, en otros nichos, como los coches conectados, el metaverso y el Internet de las Cosas, Y en ese propósito, la Inteligencia Artificial es protagonista.

Batería e imágenes

El gerente de Qualcomm para Latinoamérica, Ricardo Anaya, enfatiza que la Inteligencia Artificial está mezclada en casi todos los procesos y tecnologías ofrecidas por la empresa. En el caso de la industria móvil, los principales avances han estado enfocados en dos áreas: el consumo de energía y el procesamiento de imagen. “Tenemos chips especializados para la carga que usan Inteligencia Artificial para monitorear la calidad de la batería, asignar corriente de manera segura, y también para apagar y encender ciertos componentes del teléfono en la medida en que se necesiten” explica.

Los smartphones se han convertido en verdaderas computadoras con componentes variados que cubren desde redes neuronales hasta elementos especializados en conectividad, almacenamiento, sonido y procesamiento de imagen.

Precisamente, en el área de imagen se usa a fondo el Machine Learning; “muchas formas de procesamiento son predicciones para ver cómo se van a comportar los pixeles” explica Anaya, al tiempo que recuerda que la IA también se utiliza para cancelación de ruido o para activar ciertas aplicaciones como, por ejemplo, para hablar con Alexa.

También existen componentes especializados en IA dentro de los chips, como lo que contiene el Snapdragon Neural Engine, del cual liberaron hace años un kit de desarrollo de software (SDK) para facilitar la construcción de aplicaciones por parte de los socios de negocios. Los desarrolladores de aplicaciones en la mayor parte del mundo aprovechan estas SDK, aunque en Latinoamérica “aún nos falta bastante”, como observa Anaya.

Otros nichos

Estar posicionado en un mercado tiene sus ventajas y en el caso de Qualcomm, al trabajar tantos años con conectividad, imágenes y audio, se facilita la transición hacia otros nichos como el de los coches autónomos, que serán máquinas ávidas de conectividad y poder de cómputo. Específicamente, a comienzos de 2022 el negocio automotriz de Qualcomm creció 21 por ciento, generando 256 millones de dólares, lo que constituye una indicación clara de hacia donde apunta el futuro de esta compañía.

Otra área prometedora la conforman las realidades mixtas, aumentada y virtual, que han rebautizado en Qualcomm como XR, por Extended Reality, y en las que están presentes en más de 50 plataformas y visores. Aquí la estrategia de Qualcomm tiene un objetivo preciso: el metaverso.

Se puede mencionar otras verticales en crecimiento, como los wearables y los dispositivos IoT. Sin embargo, el potencial de uso de la IA apenas está comenzando, porque ahora es utilizada especialmente en el área de marketing y negocios, pero aún falta una masificación en otras áreas como entrenamiento, uso de recursos, telemedicina o hidrocarburos.