La producción de alimentos se encuentra en una encrucijada que enfrenta múltiples vientos en contra a la vez. En primer lugar, el cambio climático conduce a patrones climáticos impredecibles, lo que intensifica las sequías y los huracanes y reduce el suministro de agua y daña los cultivos.
Al mismo tiempo, la población mundial sigue creciendo. Se espera que alcance los 9.700 millones para 2050 (ONU). Así mismo, en solo 20 años, de 2030 a 2050, por ejemplo, habrá 1.200 millones de personas más. Lo cual indica que los desafíos de seguridad alimentaria muestran un panorama complejo.
Cuando aumente la producción de alimentos y disminuyan los recursos finitos, como la tierra cultivable y el agua dulce, todo estará en su más alto nivel de desafío. Además, la migración laboral de las zonas rurales a las ciudades disminuye la mano de obra disponible para trabajar en el campo y producir alimentos.
El futuro de la agricultura se trata de la transformación digital como la causa principal del crecimiento. La toma de decisiones basada en datos está revolucionando una variedad de sectores, desde la atención médica hasta la fabricación, y forma la columna vertebral de la Agricultura 4.0.
Sin embargo, aquí vemos algunos de los muchos desarrollos tecnológicos que pueden funcionar en conjunto con la tecnología agrícola futura y pueden permitir mejorar los altos índices de inseguridad frente a la obtención de alimentos para la población:
Análisis de datos para optimizar los recursos
El análisis de datos no es tanto una tecnología como lo que la Agricultura 4.0 puede hacer con los datos. Cuando el futuro de la agricultura dependa de la optimización de recursos escasos como la tierra cultivable, el agua y la mano de obra, las decisiones basadas en datos serán fundamentales. El análisis de datos no deja lugar a conjeturas dobles y brinda a los agricultores la confianza necesaria para tomar decisiones comerciales vitales y mejorar el crecimiento de los cultivos.
Internet de las cosas para revolucionar la agricultura sostenible
En la próxima iteración de la revolución de la tecnología de la información agrícola, los datos no provienen de los lugares habituales sino de «cosas» como sensores en el suelo, en tiempo real. Los sensores de IoT pueden medir la humedad y avisar a los agricultores cuando llega por debajo de un cierto nivel predeterminado como indicador de la salud del suelo. Asimismo, los sensores de temperatura y humedad pueden brindar una alerta temprana cuando detectan las primeras etapas de la enfermedad como la presencia de mastitis, una condición que afecta las ubres de las vacas.
Drones y cámaras multiespectrales para conocer los terrenos de siembra
Las operaciones agrícolas exigen cobertura de muchas hectáreas cultivables. Los drones aerotransportados serán muy efectivos en la recopilación de datos (pueden determinar si los cultivos muestran signos tempranos de enfermedad) utilizando sensores a bordo. En tales casos, los drones con sensores más económicos pueden complementar las instalaciones de IoT.
El futuro de la agricultura verá despliegues acelerados de drones, incluido su uso para administrar dosis precisas de insecticidas, sólo en áreas de cultivo seleccionadas y para plantar semillas en lugares remotos.
Inteligencia artificial y aprendizaje automático para el cultivo
Aquí las versiones más básicas de los modelos de IA entrenados, se basan en la memoria recordada. Comparará lo que ven hoy con lo que ya saben. Si, por ejemplo, los agricultores necesitan información sobre la madurez de las frutas, la IA ayuda comparando las imágenes de los árboles frutales de hoy y contrastándolas con las imágenes aprendidas establecidas de frutas maduras. Los modelos de IA más avanzados no necesitarán bancos tan profundos de datos conocidos. En cambio, aprenden en el trabajo con un pequeño conjunto de datos de inicio y pueden ayudar con las tareas repetitivas en el terreno cultivado, incluido el ordeño de las vacas.
Robot facilitarán el trabajo pesado y aburrido
La agricultura está llena de tareas repetitivas y aburridas (la siembra de campos, el deshierbe y la recolección de productos agrícolas son solo tres ejemplos) que harían de la ingeniería agrícola una opción ideal para las máquinas autónomas. El futuro de la agricultura verá a los robots asumiendo trabajos aburridos (a menudo peligrosos), mientras que los trabajadores difíciles de encontrar, podrán ser asignados a proyectos más emocionantes.
Los robots se programan para realizar tareas específicas en momentos específicos, lo que también los hace confiables además de eficientes. Hoy, ya los podemos ver ordeñando vacas y recogiendo fresas y otras frutas.
La nube estará implícita en la agricultura
En síntesis, los agricultores necesitan acceso a muchos puntos de datos y herramientas digitales en los campos. Es posible que deban verificar los horarios de riego, revisar el ganado en busca de signos de infección bacteriana, reevaluar los contratos de reparación de equipos obsoletos o firmar un historial para los trabajadores. Acceder a decisiones e información en tiempo real significa que los datos deben almacenarse en la nube para que los agricultores y todo el personal autorizado, puedan rastrear los datos en tiempo real desde una ubicación central.
Y estas son solo algunas tecnologías que intervienen en la agricultura 4.0, porque también podrán sintetizarse en espacios agrícolas, con sensores y cámaras, lo que representará un gran desafío para la obtención de alimentos para las generaciones futuras.