El colegio de Tacueyó que da ejemplo nacional de apropiación tecnológica para la conservación

Las estudiantes Anyi Carolina Silva y Nicolle Vanessa Bolaños, bajo la orientación de la profesora Sandra Patricia Mesa, y el profesor Iván Andrés Belalcázar, explican el proyecto de conservación, en el que utilizan ArcGis y Dron2Map, para monitorear y proteger los nacimientos de agua.

En el corregimiento de Tacueyó, municipio de Toribio, en el Cauca, se encuentra el colegio Quintín Lame, que se ha tomado tan en serio la protección de la naturaleza que ha combinado los esfuerzos de los niños con las últimas tecnologías geoespaciales.

Angie Carolina Silva, cursa octavo, Nicole Vanesa Bolaños, grado once. Ellas son las representantes de 30 niños de la Institución educativa indígena Quintín Lame, que vinieron a Bogotá para contar su experiencia en la Segunda Cumbre de Inteligencia Artificial Colombia, el pasado 28 de septiembre de 2022.

Se trata de un proyecto de investigación de colegio que ha mezclado profesores, docentes y el pueblo indígena Nasa en una iniciativa para generar mapas que los ayuden a proteger las fuentes hídricas de la región, nos recuerda Sandra Patricia Mesa Yule, profesora de Biología.

Para tal fin se ha mezclado el uso de drones y software como es el caso de ArGIS. “Es un programa de Esri Colombia que nos ayuda a la realización de los mapas” agrega Angie quien a pesar de su escasa edad presentó la iniciativa ante una audiencia de más de 400 personas sin una pizca de timidez.

De igual forma, Nicole contó cómo los drones y el uso del software Drone2Map los ha ayudado a generar iniciativas para ayudar a reforestar zonas como fue el caso de la siembra de más de 600 árboles en la región.

Y es que los planes de la entidad educativa son extender los mapas para ayudar a todo el pueblo Nasa. “Nuestra idea es continuar, el proyecto y llevarlo a los espacios de vida porque nuestro proyecto de vida es conservar e implementar estrategias para recuperar los espacios que están deteriorados y de conservar los que estén bien”.

Con apenas un año de vida el futuro del proyecto parece brillante y como nos lo recuerda, Iván Belalcázar, profesor de geografía del Quintín Lame, uno de los aspectos más importantes del proyecto ha sido involucrar a la comunidad. Una iniciativa donde los drones, la Inteligencia Artificial, las imágenes satelitales y los niños, luchan para crear un futuro mejor.