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La plataforma colombiana que evangeliza sobre la cultura de los datos en Latinoamérica

Mediante IA, Big Data y Machine Learning, el CVN ofrece inteligencia de mercados automatizada y promueve el enfoque de organizaciones guiadas por datos.

Por Alvaro Montes
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Los datos, el componente vital para la analítica y la Inteligencia Artificial han sufrido un cambio radical en los últimos 20 años; de una situación en la que prácticamente las organizaciones carecían de ellos, hemos pasado a una en la que tenemos demasiados datos, explica Jose Esteban Rojas, director general de CVN (Centro Virtual de Negocios), una empresa colombiana fundada hace 14 años que se propuso como misión recaudar la mayor cantidad de datos de América Latina para ponerlos al servicio de la economía regional.

El CVN se encarga de limpiar esa información a través de algoritmos de machine learning y procesamiento natural del lenguaje, que permiten realizar complejas operaciones de minería de datos efectiva. Y aunque la tecnología es una parte fundamental de sus procesos, el CVN se define más como una empresa de datos. “Más allá de la venta de la tecnología hemos entendido que somos una empresa de venta de información; los datos son nuestro principal activo” advierte Rojas.

José Esteban Rojas, CEO de CVN

PIoneros y una necesidad de mercado

Creada en 2008 por un grupo de viejos amigos de la universidad que trabajaban en el mundo del comercio internacional, la empresa nació en un momento en el que los Tratados de Libre Comercio (TLC) se imponía. Las bases de datos de comercio exterior eran públicas y no se las tomaba en serio para explotarlas en el análisis de mercados. CVN creó un sistema de información basado en datos públicos, capaz de generar indicadores de mercado, logística, participación en nichos, entre otros. No era una tarea sencilla. “En ese momento lo único que había eran páginas de internet donde la gente entraba y descargaba un montón de bases de datos, había que luchar contra el Excel”, recuerda Rojas.

La empresa se subía al negocio de Big Data antes de que se llamara Big Data; incluso antes que se hablara de analítica y de Datos Abiertos. Entonces no se hablaba de nube, y eran servidores y datacenter los que proveían la información.

Convenciendo a los clientes

A pesar del volumen de información recopilada, convencer a los primeros clientes de las ventajas de tomar decisiones basados en datos no fue una tarea sencilla.  Algunos empresarios tradicionales aseguraban que, dada su experiencia de 30 o más años en el mercado “no se movía un alfiler” sin que lo supieran. Pero al mostrarles los datos se encontraban con numerosas sorpresas, que iban desde la suplantación de marcas hasta la llegada de nuevos importadores de sus productos.

De esta manera, mediante demostraciones, CVN consiguió clientes que accedían a sus servicios de suscripción bajo dos formas: “La primera es por medio de plataformas en línea, en donde vendemos un código de acceso para que ellos descarguen la información, y la segunda es generando reportes de mercado para nichos específicos”, según explica Rojas.

Otra de las estrategias de crecimiento consistió en generar contenido y comunicados de prensa basados en los análisis de mercados realizados. De esta forma, empezaron a producir información valiosa que fue utilizada por medios de comunicación en Brasil, Estados Unidos, México y Colombia, entre otros países. Gracias a la difusión, el CVN logró incluir entre sus clientes a gigantes de diferentes verticales de mercado como Abbott, Basf, y Michelin, además de entidades gremiales como la Andi y Fedesoft.

Más que tecnología y moda

La valoración actual de la información es muy diferente a la de hace un par de décadas. La cultura de los datos está de moda, aunque el tema sigue siendo retador. Algunas empresas son reacias a compartir la información, otras no la tienen organizada y otras ni siquiera son dueñas de sus datos. Un ejemplo local lo dio una cadena de restaurantes que quiso entregar su información a CVN, pero descubrió que muchos de los datos no eran de su propiedad, sino de la empresa de domicilios que los ayudaba con la logística de entregas.

Otro elemento problemático encontrado con frecuencia es la desconfianza para compartir los datos dentro de la misma organización, a veces debido a conflictos de egos entre directivos que no quieren “arriesgarse” a compartir el funcionamiento de sus procesos.  Esta situación, frecuente en Colombia, contrasta con la de otros países, en donde empresas multinacionales, incluso competidores, colaboran entre sí. Es el caso de Columbia y North Face, que han llegado a unir esfuerzos para financiar estudios de investigación de mercado que benefician a ambas.

En lo que respecta a los datos públicos usados por CVN, Rojas enfatiza que no todos los datos públicos son gratuitos. “Los datos públicos cuestan dinero; nosotros les pagamos a las entidades oficiales y en algunos casos las entidades han hecho concesiones para la administración con terceros”.

Hay numerosos escollos por superar en la cultura de los datos en la economía colombiana, pero se ha avanzado mucho y servicios como el de CVN contribuyen a fortalecerla.

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