La Inteligencia Artificial ha tenido muy mala prensa, afirma Hermes Ruiz, CEO de Olewow, Según él, la charla sensacionalista que se ha gestado alrededor de la IA y su interacción con la humanidad parece no tener fin y todos los caminos llevan a la Skynet de la película Therminator, una idea que va en contra de cualquier tratamiento responsable de la información.
Para Ruiz existe un factor importante en el hecho de acercar la Inteligencia Artificial a las personas y es enamorarlas y conquistarlas, mostrarles lo sencilla que es, porque si se hace de otra forma solo se genera rechazo, desconexión con la idea y disminución en el aprovechamiento de sus posibilidades. “No deberíamos utilizar las herramientas tecnológicas para manipular; es importante entender que en la IA debe primar la calidad de vida de las personas más que el negocio”, explica Ruiz.
Como todo cambio, trae consigo detractores, pero “si buscas en internet vas a encontrar docentes con bata blanca manifestándose en contra de las calculadoras científicas”.
No se puede promover el neoludismo
El neoludismo es una corriente de pensamiento que se opone a las innovaciones tecnológicas actuales, a las que considera una amenaza para la humanidad. Se trata de una forma nueva del movimiento ludita inglés del siglo dieciocho. Ciertas formas radicales de lo que podríamos calificar como neoludismo pueden llegar a ser hasta peligrosas, advierte Ruiz. Recordemos el caso del estadounidense Theodore Kazcysnki, más conocido como Unabomber, quien entre 1978 y 1995, envió 16 bombas a universidades y aerolíneas, argumentando que la sociedad industrial conlleva a un punto de no retorno. Las acciones derivadas de dicha postura anti tecnológica acabaron con la vida de tres personas y graves secuelas en otras 23. “Ese neoludismo que busca satanizar la tecnología no tiene lógica en un escenario donde hay una correcta formación y se impulsa un uso responsable de las tecnologías en favor de la gente”, aclaró Ruiz.
El camino es lo Phygital
Elevar la experiencia de las marcas y las personas, enamorarlas, como diría Ruiz, es posible con la combinación de distintas tecnologías; tomar lo mejor del mundo físico y lo mejor del mundo digital permite trazar rutas de desarrollo para clientes internos y externos, siempre teniendo a las personas en el centro de la ecuación, eso es lo phygital. “Lo primero que demos hacer es olvidarnos de la tecnología, eso es carpintería, lo importante es que el ser humano sea el centro de todo”, explicó Ruiz.
Añadió que, para garantizar el éxito de la estrategia phygytal, antes de enseñar a manejar plataformas de Inteligencia Artificial generativa como ChatGPT o Bard, es importante establecer procesos de aprendizaje de nuevas habilidades, como el pensamiento crítico, quizás la más importante de ellas.
93 por ciento de las personas creen que en talento humano se realizan tareas repetitivas, y el 65 por ciento de estas tareas pueden ser automatizadas. En opinión del experto, suficiente razón para no temer a los algoritmos y a la automatización.
La Inteligencia Artificial es como un cuchillo, ni malo ni bueno. El uso lo define la mano que está detrás. Lo que al final hace esta tecnología en las empresas es mejorar la calidad de vida de las personas. Ruiz recomienda a los empresarios que coloquen a las personas en el centro de la ecuación, no a la tecnología. La Inteligencia Artificial puede ser aprovechada en el campo del talento humano para reducir riesgos en el trabajo, mejorar el desempeño de los trabajadores o aprovechar los datos y la información para mejorar la satisfacción de los clientes.
Las tecnologías, recuerda el experto, están siendo utilizadas para crear humanos cada vez más potenciados y nos permite democratizar las capacidades. «No tenemos que ser expertos en todos los campos«, porque múltiples herramientas de IA disponibles en la actualidad permiten a todos generar capacidades. La magia no está en la tecnología sino en la gente. «Lo que van a obtener al final es incrementar la productividad, la rentabilidad y la sensualidad, ofreciendo experiencias absolutamente memorables«. De eso habla en detalle también en su reciente libro Lo que callan los amantes del mañana.
