Según un sondeo de la compañía Global Consumer Survey de Statista, el 9 por ciento de los encuestados en Colombia admitió tener la contraseña de la red inalámbrica de un vecino o de su arrendador, bien sea con autorización o usando su red sin que lo sepan.
El acceso a Internet mediante la señal Wifi sin consentimiento del titular de derechos de acceso (o sea quien paga el plan o el paquete de servicios) usando sus datos de acceso, o bien captando su señal configurada sin contraseña de seguridad, cargándole el consumo, o disminuyendo su velocidad de acceso contratada. Puede ser considerado como robar Wifi, lo que en lenguaje jurídico se configura como un delito llamado “Estafa informática”, al menos en la ley de España (Colombia aún no lo regula).
Para el bufete de abogados ibéricos Vásquez, Apraiz y Asociados, causa en el titular un perjuicio, no solo porque quien roba el Wifi no aporta un solo peso para pagar la factura a final de mes, sino porque supone una disminución de velocidad de carga o de bajada de datos (a más dispositivos conectados, menos rapidez), e incluso el peligro de accesos no autorizados a un equipo de cómputo de manera remota, lo cual puede derivar en el hackeo y robo de bases de datos e información privada.
Según los datos recogidos por la macro encuestadora Statista y su “Global Consumer Survey” de 2022, Japón es el país donde más se utiliza el Wifi del vecino: 28 por ciento de los encuestados admitió tener la contraseña de la red inalámbrica de otro residente en su edificio o vecindario, aunque la encuesta no especifica si la tienen con autorización o no.
Países Bajos es la segunda nación con este problema (16 por ciento de los encuestados). En cuanto a Latinoamérica, el ranking lo lidera México, donde el 14 de las personas lo han hecho alguna vez o actualmente usan el internet de otro. Argentina lo sigue de cerca (10 por ciento) seguida por Chile y Colombia (9 por ciento). Perú y Brasil presentan un 8 porciento y 4 por ciento respectivamente.
“Al compartir la red con mis vecinos, hace que se sature y perdamos prestaciones; anexo a esto, algunos de estos usuarios pueden aprovechar vulnerabilidades de tu Wifi para robar datos importantes o, directamente, controlar alguno de tus dispositivos” aseguró Jorge Rueda, experto de la compañía Linksys.
Para evitar que otra persona utilice nuestro Wifi sin autorización, es recomendable cambiar la contraseña al menos cada trimestre, así como verificar la velocidad de la red de vez en cuando, para detectar alteraciones.
Si bien no existen herramientas legales en Colombia para multar o procesar a una persona que roba Wifi, en otras latitudes como España o Reino Unido se toman este problema muy en serio, con penalidades que pueden superar los 100 euros (447.000 pesos colombianos al cierre de esta edición).