Hace pocos días, en uno de los salones del Hotel Grand Hyat de Bogotá, una pequeña muchedumbre que incluía ministros, líderes empresariales y representantes de la prensa, se arremolinaba alrededor de las estrellas de la noche: unos robots de aspecto impactante, construidos por una empresa colombiana.
Estas máquinas, diseñadas y fabricadas enteramente en nuestro país por la empresa huilense Sunny App son el resultado de años de investigación. En el caso concreto del Sunnyclean Bot, el robot especializado en la limpieza de celdas solares, cada uno cuesta 260 millones de pesos.
“Hace dos años vimos que después de la instalación de los paneles solares se hacía el mantenimiento con instrumentos de aseo cotidianos: mangueras, hidrolavadoras. Por eso decidimos buscar la manera de automatizarlo, con tres veces menor consumo de agua y tres veces más rápido; así nació la idea del Sunnyclean Bot” explica Julián Berrío, cofundador de la compañía.
Ofrecido al mercado bajo el modelo de servicios, el Sunnyclean Bot ha limpiado hasta la fecha más de 200 mil paneles solares en Colombia, el 20 por ciento de su meta un millón para el presente año. Pero la limpieza es solo una parte del modelo de negocios.
Más allá de los paneles
Otra de las razones para el nacimiento del Sunnyclean Bot fue ofrecer un servicio de mantenimiento automatizado que pudiera revisar el estado de las celdas solares de manera más eficiente y sin riesgos para las personas que realizan normalmente estas labores.
Hay que destacar que el robot es de diseño 100 por ciento colombiano, al igual que su ensamblaje, y es parte de una familia robótica más grande. SunnyApp ofrece otros prototipos robóticos para uso en tareas también de la industria fotovoltaica, como instalación, inspección y poda.
Al preguntarles sobre el uso de inteligencia artificial en el proyecto, Berrio explicó que “van de la mano, la robótica permite que estas labores disminuyan el riesgo de los operarios (eléctricos, de alturas, etc.), mientras la inteligencia artificial se encarga de automatizar estos procesos para hacerlos más eficientes”.
De esta forma, la empresa huilense de apenas seis años de existencia tiene metas ambiciosas, como alcanzar en el año 2030 un mercado de 10 millones de usuarios.
3 comentarios
¡Excelente! Soy huilense y me siento muy honrado de este logro que manifiesta la calidad humana que abunda en nuestro departamento y en todo Colombia. Voy a obviar los halagos para los gestores que bien los merecen, me tomaría mucho espacio para expresar el valor de su creatividad, capacidad y civilidad. Felicitaciones y que DIOS los siga colmando de bendiciones.
En cambio, quiero hacer énfasis en la estructura conceptual que subyace a este proyecto: el «Liberalismo Económico» (sí, el Capitalismo), sin duda, el mejor modelo para generar y distribuir riqueza porque su principal fundamento es el «Principio de Libertad» y en su esencia está la «Formación de Capital Humano». Es el modelo de las mentes libres que identifican y desarrollan sus talentos y vocaciones y, por tanto, se genera un conocimiento disperso y fraccionado que percibe y satisface necesidades sociales, detecta oportunidades y le da rienda suelta al verdadero concepto de riqueza del capitalismo que es «crear modelos de negocio que generen renta de forma consistente y sostenible en el tiempo». Esa es la verdadera causa del enriquecimiento legítimo, no la presunta explotación, que tiene otras causas.
Se equivocan quienes piensan que los problemas socioeconómicos de nuestro país se solucionan cambiando el modelo económico. El problema no es el modelo económico, el desafío es crear un modelo socioeconómico. La pobreza no la genera el capitalismo, sino:
– las Políticas Económicas cuando son regresivas (v.gr. el excesivo tamaño del estado y gasto público que de paso, estimulan el clientelismo y la corrupción y acaba con el poder adquisitivo de los ciudadanos y crea una sociedad de acceso limitado) y,
– los Modelos Culturales cuando sin inconscientes.
Debemos regresar a los fundamentos del Liberalismo Económico, al legado de John Locke, para multiplicar el número de emprendedores como los jóvenes protagonistas de los robots huilenses, quienes constituyen un factor de cambio en la sociedad. Esa es la fortaleza del Capitalismo, al que quedemos rescatar de la tergiversación de los conceptos. Gracias a DIOS, hay esperanza para el Huila y Colombia. Tenemos el desafío de sacar de la desesperanza a todos los jóvenes que hoy reclaman justicia social, pero que no conocen los conceptos de la creación de riqueza (Modelo Económico Liberal) ni las verdaderas causas de la pobreza (Políticas Económicas regresivas y Modelos Culturales inconsultos).
Muy, pero muy interesantes tus puntos de vista Armando. Coincido con lo que planteas, y cuando quieras preparar un artículo, acá te lo publicamos. Gracias por participar en la conversación. Bienvenido a IA Colombia. Continúa disfrutando nuestros contenidos.
Tal vez sobre este comentario, espero que estén patentando todas sus creaciones.